BENIGNO DE TODI
Presbítero y mártir
(† 303)
(† 303)
En Todi, ciudad de la Umbría, san Benigno, presbítero y mártir. Benigno
pertenece a la innumerable multitud de víctimas de la última cruenta
persecución anticristiana de Diocleciano y Maximiano, al comienzo del
siglo IV.
¡Oh!, San Benigno de Todi, vos, sois el hijo del Dios de la Vida y
su amado santo, y que, honor hicisteis al significado de vuestro
nombre: “aquel que actúa con benevolencia”.
Cuentan que un fraile, quiso llevar a su convento vuestra cabeza, que reposaba dentro de un relicario de plata en el monasterio de benedictinas, pero, no pudo salir del templo, por no haber podido localizar las puertas, así, se vio obligado a depositar vuestras reliquias en el sitio donde estaban.
Vos, en vida, os disteis a conocer como un gran propagador de la fe cristiana; haciéndolo con alegría y con notable entusiasmo.
Y, Ponciano, que os conoce muy bien, os consagra presbítero para apoyarse en vos, en la propagación de la fe.
Los crueles Maximiano y Diocleciano, están persiguiendo a los creyentes, pero la grey confortada está, por vos, que con riesgo de vuestra vida, la hacéis fuerte y valerosa.
Socorréis a los confesores de la fe, presos en las cárceles, visitáis las casas de los débiles y los buscáis por los campos y estáis cerca de los que torturados son, acompañándolos hasta su martirio.
Y, lleno, del Espíritu Santo, predicabais imitando a vuestro Maestro, Jesucristo, para intentar convertir a los paganos idolátricos, animándolos a comprender, que los ídolos son una falsía y el culto tributado, es ofensa a Dios.
Y, no os importa ya vuestra vida, pues, os sabéis, de la verdad portador y, conocéis bien que ella no os pertenece.
Entonces, vos, incómodo para los impíos resultasteis y luego, la maldad cuerpo tomó, y fuisteis apresado y obligado a apostatar, cosa que jamás lograron, a pesar de los tormentos que soportasteis vos, y vuestro valiente discípulo, hasta que os logran cortaros vuestra cabeza, aquella misma que el fraile aquél, quiso llevar a “mejores manos”.
Pero, ¡Qué bien hicisteis vuestra tarea catequética, de mano del
maravilloso Espíritu Santo, que nunca os abandonó. Hoy hacen falta, muchos sacerdotes en el mundo entero que os imiten, no sólo en la palabra, sino en la obra.
Así, voló vuestra alma al cielo, para corona de luz recibir como justo premio a vuestra entrega de amor; ¡oh!, San Benigno de Todi, “vivo amor por la grey del Dios Vivo”.
©Luis Ernesto Chacón Delgado
su amado santo, y que, honor hicisteis al significado de vuestro
nombre: “aquel que actúa con benevolencia”.
Cuentan que un fraile, quiso llevar a su convento vuestra cabeza, que reposaba dentro de un relicario de plata en el monasterio de benedictinas, pero, no pudo salir del templo, por no haber podido localizar las puertas, así, se vio obligado a depositar vuestras reliquias en el sitio donde estaban.
Vos, en vida, os disteis a conocer como un gran propagador de la fe cristiana; haciéndolo con alegría y con notable entusiasmo.
Y, Ponciano, que os conoce muy bien, os consagra presbítero para apoyarse en vos, en la propagación de la fe.
Los crueles Maximiano y Diocleciano, están persiguiendo a los creyentes, pero la grey confortada está, por vos, que con riesgo de vuestra vida, la hacéis fuerte y valerosa.
Socorréis a los confesores de la fe, presos en las cárceles, visitáis las casas de los débiles y los buscáis por los campos y estáis cerca de los que torturados son, acompañándolos hasta su martirio.
Y, lleno, del Espíritu Santo, predicabais imitando a vuestro Maestro, Jesucristo, para intentar convertir a los paganos idolátricos, animándolos a comprender, que los ídolos son una falsía y el culto tributado, es ofensa a Dios.
Y, no os importa ya vuestra vida, pues, os sabéis, de la verdad portador y, conocéis bien que ella no os pertenece.
Entonces, vos, incómodo para los impíos resultasteis y luego, la maldad cuerpo tomó, y fuisteis apresado y obligado a apostatar, cosa que jamás lograron, a pesar de los tormentos que soportasteis vos, y vuestro valiente discípulo, hasta que os logran cortaros vuestra cabeza, aquella misma que el fraile aquél, quiso llevar a “mejores manos”.
Pero, ¡Qué bien hicisteis vuestra tarea catequética, de mano del
maravilloso Espíritu Santo, que nunca os abandonó. Hoy hacen falta, muchos sacerdotes en el mundo entero que os imiten, no sólo en la palabra, sino en la obra.
Así, voló vuestra alma al cielo, para corona de luz recibir como justo premio a vuestra entrega de amor; ¡oh!, San Benigno de Todi, “vivo amor por la grey del Dios Vivo”.
©Luis Ernesto Chacón Delgado
OTROS SANTOS
San Cástor de Aquitania. Karden, Alemania Ermitaño, Sacerdote
Beata Cristina Camozzi. Spoleto, Italia (†1458) Viuda
San Esteban de Lyon. Lyon, Francia (†515) Obispo
San Esteban de Rieti. Rieti, Italia Abad
Beata Eustoquia Bellini. Padua, Italia (†1469) Religiosa de la Orden de San Benito (Benedictinos), Virgen
San Fulcrán. Lodève, Francia (†1006) Obispo
San Gilberto de Meaux. Meaux, Francia (†1009) Obispo
San Gosberto. Osnabrück, Alemania (†874) Obispo
San Guimera. Carcasona, Francia (†931) Obispo
Beato Jordán de Sajonia. Ptolemaida, Palestina, Israel (†1237) Religioso de la Orden de Predicadores (Dominicos), Sacerdote
San Martiniano, eremita. Atenas, Grecia (†398) Ermitaño
San Pablo Le-Van-Loc. Thi-Nghe, China (†1858) Mártir, Sacerdote
San Pablo Liu Hanzou. Dongjaochang, China (†1818) Mártir, Sacerdote
Beata Cristina Camozzi. Spoleto, Italia (†1458) Viuda
San Esteban de Lyon. Lyon, Francia (†515) Obispo
San Esteban de Rieti. Rieti, Italia Abad
Beata Eustoquia Bellini. Padua, Italia (†1469) Religiosa de la Orden de San Benito (Benedictinos), Virgen
San Fulcrán. Lodève, Francia (†1006) Obispo
San Gilberto de Meaux. Meaux, Francia (†1009) Obispo
San Gosberto. Osnabrück, Alemania (†874) Obispo
San Guimera. Carcasona, Francia (†931) Obispo
Beato Jordán de Sajonia. Ptolemaida, Palestina, Israel (†1237) Religioso de la Orden de Predicadores (Dominicos), Sacerdote
San Martiniano, eremita. Atenas, Grecia (†398) Ermitaño
San Pablo Le-Van-Loc. Thi-Nghe, China (†1858) Mártir, Sacerdote
San Pablo Liu Hanzou. Dongjaochang, China (†1818) Mártir, Sacerdote
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