Londres, Reino Unido - Canterbury, Reino Unido
(1118 †1170)
Canonizado el 12 de julio de 1174 por Alejandro III
Mártir, Obispo. "Tomás", del arameo: "El Mellizo".
Atributos: Arzobispo, con la mitra, el báculo, una espada clavada en su cráneo
(1118 †1170)
Canonizado el 12 de julio de 1174 por Alejandro III
Mártir, Obispo. "Tomás", del arameo: "El Mellizo".
Atributos: Arzobispo, con la mitra, el báculo, una espada clavada en su cráneo
Oh,
Santo Tomás Becket, vos, sois
el
hijo del Dios de la vida y su
amado
santo. Aquél mismo que, su
vida
entregara por la defensa de
la
Doctrina Católica. Dijisteis a
vuestro
rey premonitoriamente así:
“Si
acepto ser Arzobispo me sucederá
que
el rey que hasta ahora es mi
gran
amigo, se convertirá en mi
gran
enemigo”.
“Ya
verá que los envidiosos
tratarán
de poner enemistades
entre
nosotros dos. Además el poder
civil
tratará de imponer leyes que
vayan
contra la Iglesia Católica
y
no podré aceptar eso. Y hasta el
mismo
rey me pedirá que yo le apruebe
ciertos
comportamientos suyos, y
me
será imposible hacerlo”.
Y,
sucedió así. Vos a menudo decíais a
vuestros
sacerdotes: "Muchos ojos ven mejor
que
dos. Si ven en mi comportamiento
algo
que no está de acuerdo con mi
dignidad
de arzobispo, les agradeceré
de
todo corazón si me lo advierten”.
Vuestra
rutina diaria: orar, teología
estudiar,
repartir limosnas a los
pobres,
compartir vuestra mesa y durante
ellas
escuchar la lectura de algún
libro
religioso y visitar enfermos.
Además,
os dabais tiempo para con
vuestros
sacerdotes, examinándolos
rigurosamente
en su conducta y su
preparación.
Os opusisteis de radical
manera,
a los cuantiosos impuestos
a
los bienes de la Iglesia Católica.
Montó,
en colera el impío Enrique II,
que
os cortó la cabeza y la vida,
mas
no vuestra alma. Partisteis a
la
gloria del Padre diciendo: “Muero
gustoso
por el nombre de Jesús y en
defensa
de la Iglesia Católica”. Y,
coronado
fuisteis, con corona de luz
como
premio a vuestro amor y lealtad;
oh,
Santo Tomás Becket, “verdad y luz”.
©
2012 by Luis Ernesto Chacón Delgado
OTROS SANTOS
Beato Pedro el Venerable. Cluny, Francia (†1156) Abad
Conmemoración de San David, rey y profeta, hijo de Jesé bethlehemita, que encontró gracia ante Dios y fue ungido con el santo óleo por el profeta Samuel para regir el pueblo de Israel. Trasladó a la ciudad de Jerusalén el arca del Señor, y Dios le juró que su descendencia permanecería para siempre, porque de él nacería Jesucristo según la carne.
En Arlés, lugar de Provenza, en la Galia, actual Francia, San Trófimo, considerado como el primer obispo de esta sede. (s. III)
En Cartago, actual Túnez, san Libosio, obispo de Vaga y mártir, que en
el Concilio de Cartago afirmó acerca del bautismo de los herejes:
"Cristo dijo en el Evangelio: Yo soy la verdad, y no dijo: Yo soy la
costumbre". (c. 258)
En Milán, región italiana de Liguria, San Martiniano, obispo. (c. 431)
En Constantinopla, hoy Estambul, Turquía, San Marcelo, abad del monasterio de los Acemetes en el Bósforo, donde día y noche, sin cesar, se cantaban salmos. (c. 480)
En la localidad de San Miguel de los Reyes, de nuevo en Valencia, Beato Juan Bautista Ferreres Boluda, presbítero de la Orden de la Compañía de Jesús y mártir, que durante la misma persecución, imitando la pasión de Cristo, consiguió la palma del martirio. (1936)
En Exmes, población de Neustria, actual Francia, San Ebrulfo, abad del monasterio de Saint-Fuscien, en tiempo del rey Childeberto. (c. 596)
En Palermo, en la región italiana de Sicilia, Beato Gerardo Cagnoli, religioso de la Orden de los Hermanos Menores, que durante mucho tiempo hizo vida eremítica. (1342)
En Londres, Inglaterra, Beato Guillermo Howard, mártir, que, siendo vizconde de Stafford, profesó la fe católica, y por esto fue acusado de conspirar contra el rey Carlos II y, debido a esto, sentenciado a morir degollado por su fe en Cristo. (1680)
En Seúl, ciudad de Corea, Santos Benedicta Ion Kyong-nyon, viuda y catequista, y seis compañeros (*), mártires, todos los cuales sufrieron muchos suplicios a causa de ser cristianos, y acabaron decapitados. (1839)
En Paterna, región de Valencia, en España, Beato José Aparicio Sanz, presbítero y mártir, que derramó su sangre por Cristo al arreciar la persecución contra la fe. (1936)
En el pueblo de Picadero de Paterna, también en Valencia, Beatos mártires Enrique Juan Requena, presbítero, y José Perpiñá Nácher, los cuales lucharon noblemente por Cristo. (1936)
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