SANTA EDITH STEIN
Teresa Benedicta de la Cruz
Breslaw, Alemania - Auschwitz, Polonia
(1891 †1942)
Beatificada el 1 de mayo de 1987, por el Papa Juan Pablo II en Colonia, Alemania
Canonizada el 11 de octubre de 1998 por el Papa Juan Pablo II
Mártir, Religiosa de la Orden del Carmelo (Carmelitas)
Co-patrona de Europa. Patrona de los judíos convertidos
(1891 †1942)
Beatificada el 1 de mayo de 1987, por el Papa Juan Pablo II en Colonia, Alemania
Canonizada el 11 de octubre de 1998 por el Papa Juan Pablo II
Mártir, Religiosa de la Orden del Carmelo (Carmelitas)
Co-patrona de Europa. Patrona de los judíos convertidos
Oh, Santa Teresa Benedicta de la Cruz, vos,
sois la hija del Dios de la vida, y su amada
santa, que, de nacimiento judía siendo,
os abrazasteis de la Cruz de Cristo, hasta
convertiros en católica. Vos, que, proveníais
de profundas raíces ateas, escatimasteis
nunca la búsqueda y esfuerzo alguno en
la verdad buscar. Y, la verdad se os presentó
hecha Carmelitana Orden, en las Carmelitas
Descalzas. Resaltasteis la unidad entre
el judaísmo y la fe católica de siempre y
el valor del sufrimiento. En el holocausto,
un aspecto del sufrimiento expiatorio, un
valor de redención para el mundo todo y,
un nexo, entre su sacrificio y la gracia visteis
para, la conversión de los judíos. En la
la Cruz Roja, como enfermera en la plena
guerra, os enlistasteis. “Ahora mi vida no
me pertenece. Todas mis energías están
al servicio del gran acontecimiento.
Cuando termine la Guerra, si es que vivo todavía,
podré pensar de nuevo en mis asuntos
personales. Si los que están en las trincheras
tienen que sufrir calamidades, porqué he
de ser yo una privilegiada?”. Dijisteis, vos.
“Ésta es la verdad”, exclamasteis, después
de leer a vuestra fundara, Teresa de Jesús. Y,
así la fenomenología, ante la gracia se rendía
para siempre. Vos, decíais: “Hay un estado
de sosiego en Dios, de total relajación de
toda actividad espiritual, en el que no se hacen
planes ningunos, no se toman decisiones
de ninguna clase y, sobre todo, no se actúa,
sino que todo el porvenir se deja a la voluntad
de Dios, se abandona uno totalmente al
“destino”. Y, descubriendo así la verdad,
os entregasteis en cuerpo y alma diciendo:
os: “Seré Católica” y lo fuiste y os bautizasteis
para siempre. Vos, escribisteis: “Mira hacia
el Crucificado. Si estás unida a él, como una
novia en el fiel cumplimiento de tus santos
votos, es tu sangre y Su sangre preciosa las que
se derraman. Unida a él, eres como el omnipresente.
Con la fuerza de la Cruz, puede estar en todos
los lugares de aflicción”. “Hay una vocación a
sufrir con Cristo y por lo tanto a colaborar en su
obra de redención. Si estamos unidos al Señor,
entonces somos miembros del Cuerpo Místico
de Cristo. Todo sufrimiento llevado en unión
con el Señor es un sufrimiento que da fruto
porque forma parte de la gran obra de redención.”
En la “Ciencia de la Cruz”, escribisteis que la Cruz,
es el camino interior de inmolación y victimazgo
en imitación al Cordero Inmolado. “Yo hablaba
con el Salvador y le decía que sabía que era su
Cruz la que ahora había sido puesta sobre el pueblo
judío. La mayoría no lo comprendían; mas aquellos
que lo sabían, deberían echarla de buena gana
sobre sí en nombre de todos. Al terminar el retiro,
tenía la más firme persuasión de que había sido
oída por el Señor. Pero dónde había de llevarme
la Cruz, aún era desconocido para mí.” Luego,
a vuestra madre superiora le escribisteis: “Querida
Madre, permítame Vuestra Reverencia, el ofrecerme
en holocausto al Corazón de Jesús para pedir la
verdadera paz: que la potencia del Anticristo
desaparezca sin necesidad de una nueva guerra
mundial y que pueda ser instaurado un orden nuevo.
Yo quiero hacerlo hoy porque ya es medianoche.
Sé que no soy nada, pero Jesús lo quiere, y Él
llamará aún a muchos más en estos días”. “¡Ven,
hagámoslo por nuestro pueblo!”. Fueron las palabras,
que pronunciasteis antes de que, vuestra alma,
al cielo volase junto a la de vuestra hermana Rosa.
“Yo sólo deseo que la muerte me encuentre en
un lugar apartado, lejos de todo trato con los
hombres, sin hermanos de hábito a quienes dirigir;
sin alegrías que me consuelen, y atormentada de
toda clase de penas y dolores. He querido que
Dios me pruebe como a sierva, después de que Él
ha probado en el trabajo la tenacidad de mi carácter;
he querido que me visite en la enfermedad, como
me ha tentado en la salud y la fuerza; he querido
que me tentase en el oprobio, como lo ha hecho con
el buen nombre que he tenido ante mis enemigos.
Dígnate, Señor, coronar con el martirio la cabeza
de tu indigna sierva.” Y, vos, así lo hicisteis, haciéndoos
mártir, para la salvación de las almas, por la liberación
de vuestro pueblo y por la conversión de Alemania,
repitiendo como vuestra madre fundadora: “No
me arrepiento de haberme entregado al Amor”.
“No se puede adquirir la ciencia de la Cruz más que
Sufriendo verdaderamente el peso de la cruz. Desde
el primer instante he tenido la convicción íntima
de ello y me he dicho desde el fondo de mi corazón:
Salve, OH Cruz, mi única esperanza”. Y partisteis,
para, coronada ser con corona de luz, por el mismo
Cristo, vuestro amado Esposo, co-patrona de toda Europa;
oh, Santa Teresa de la Cruz, luz y “mártir de amor”.
© 2012 by Luis Ernesto Chacón Delgado
OTROS SANTOS
Beata Cándida María de Jesús Cipitria. Guipúzcoa, España - Salamanca, España (1845 †1912) Fundadora, Religiosa
Beato Claudio Richard. Rochefort, Francia (†1794) Mártir, Monje, Religioso de la Orden de San Benito (Benedictinos), Sacerdote
Beato Falco de Palena. Palena, Italia
San Fedlimino de Kilmor. Kilmor, Irlanda. Obispo
Beato Florentino Asensio Barroso. Villasexmir, Valladolid, España - Barbastro, España (1877 †1936) Mártir, Obispo
Beato Germán Garrigues Hernández. Carcaixent, Valencia, España - Carcaixent, Valencia, España (1895 †1936) Mártir, Religioso de la Orden de Frailes Menores (Franciscanos), Sacerdote
Beato Guillermo Plaza Hernánde. España - Argés, Toledo, España ( †1936 ) Mártir, Sacerdote
Beato Juan de Fermo. Alvernia, Italia (†1322) Religioso de la Orden de Frailes Menores (Franciscanos), Sacerdote
Beato Juan de Salerno. Salerno, Italia - Florencia, Italia (nació 1190 †1242 ) Religioso de la Orden de Predicadores (Dominicos), Sacerdote
San Nateo de Achad. Achad, Irlanda. Abad, Obispo
Beato Ricardo Bere y compañeros. Londres, Reino Unido (†1537) Religioso de la Orden de San Bruno (Cartujos), Sacerdote
Beato Rubén de Jesús López Aguilar y sus seis compañeros. Barcelona, España (†1936) Mártir, Religioso de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios (Hermanos de Sa n Juan de Dios)
San Oswaldo de Maserfiel. Oswetria Reino unido (†642) Gobernante. Mártir
Beato Claudio Richard. Rochefort, Francia (†1794) Mártir, Monje, Religioso de la Orden de San Benito (Benedictinos), Sacerdote
Beato Falco de Palena. Palena, Italia
San Fedlimino de Kilmor. Kilmor, Irlanda. Obispo
Beato Florentino Asensio Barroso. Villasexmir, Valladolid, España - Barbastro, España (1877 †1936) Mártir, Obispo
Beato Germán Garrigues Hernández. Carcaixent, Valencia, España - Carcaixent, Valencia, España (1895 †1936) Mártir, Religioso de la Orden de Frailes Menores (Franciscanos), Sacerdote
Beato Guillermo Plaza Hernánde. España - Argés, Toledo, España ( †1936 ) Mártir, Sacerdote
Beato Juan de Fermo. Alvernia, Italia (†1322) Religioso de la Orden de Frailes Menores (Franciscanos), Sacerdote
Beato Juan de Salerno. Salerno, Italia - Florencia, Italia (nació 1190 †1242 ) Religioso de la Orden de Predicadores (Dominicos), Sacerdote
San Nateo de Achad. Achad, Irlanda. Abad, Obispo
Beato Ricardo Bere y compañeros. Londres, Reino Unido (†1537) Religioso de la Orden de San Bruno (Cartujos), Sacerdote
Beato Rubén de Jesús López Aguilar y sus seis compañeros. Barcelona, España (†1936) Mártir, Religioso de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios (Hermanos de Sa n Juan de Dios)
San Oswaldo de Maserfiel. Oswetria Reino unido (†642) Gobernante. Mártir
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